Somos cinco familias que nos hemos realojado en un edificio vacío y abandonado situado entre las calles Quintana y Conde de Torrejón, cercano a la Plaza de la Alameda de Sevilla.
La crisis nos ha machacado: hemos perdido nuestros empleos, gran parte de ellos en el sector de la construcción, y después de mucho tiempo luchando, ha llegado un momento en el que hemos visto cómo perdíamos nuestras casas. Lo hemos perdido todo.
Después de toda una vida trabajando, después de recorrer todas las administraciones e instituciones públicas, no hemos encontrado ninguna alternativa a nuestra situación desesperada. Las leyes reconocen los derechos, pero la realidad es bien distinta.
No nos hemos resignado. Como padres y madres, sabiendo que existen muchas casas vacías, no podíamos permitir que el techo de nuestros pequeños fuera la calle. El edificio en el que nos realojamos lleva vacío desde hace ocho años. Ahora al menos tenemos un hogar cada noche.
Sólo pedimos una hipoteca o un alquiler ajustado a nuestras posibilidades. Miles de familias están en nuestra misma situación. Miles de viviendas permanecen vacías desde hace años. No podemos comprenderlo.
La vida nos ha cambiado de la noche a la mañana. Nunca imaginamos que tendríamos que dar este paso, pero no tenemos otra salida. Y sabemos que no estamos solos. Ahora nos unimos, nos organizamos, nos apoyamos unas familias a otras, unas personas a otras. No estamos solos y esa es nuestra fuerza y nuestra esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario